El Partido Patria y Pueblo se suma al dolor de los familiares de la compañera Lucía Dávila, que falleció ayer a los 65 años, tras una penosa enfermedad que sobrellevó con el heroísmo con el que siempre enfrentó la vida.
Tal como dicen sus familiares en una nota que exime de más comentarios, la compañera Lucía "pasó por la vida siempre ayudando a los demás y postergándose ella. Fue una mujer con la cabeza lúcida, el corazón enorme y su pequeño cuerpecito maltrecho, el que acaba de perder la batalla por seguir viviendo".
Hija de la provincia de San Juan, desde muy niña ejerció los más duros oficios. No era aún una adolescente cuando ya se le ennegrecían las manos en las cosechas de cebolla año tras año.
Así fue toda su existencia. Nunca tuvo descanso y sin embargo siempre supo hacerse un lugar para militar políticamente en nuestras filas, incluso en los durísimos años noventa.
En esa década oscura y hostil al pueblo argentino, Lucia era el alma y corazón de la juegoteca del Centro de Estudios Nacionales Arturo Jauretche.
Por entonces habitaba con sus hijos en una casilla de chapa que le robaba vereda a la hostil Buenos Aires en la esquina de Independencia y Perú.
Lucía fue siempre el ejemplo de lo que significa ser un socialista de la Izquierda Nacional. Entregarlo todo por un futuro de sol para toda la humanidad y de dignidad para su propio pueblo, aún en las peores tormentas.
Hoy le decimos adiós y ayudaremos a que pueda cumplirse su último deseo, ser cremada y sus cenizas esparcidas en San Juan, de donde tuvo que irse pero al que siempre añoró volver.
Con la tristeza de saber que ya no la tenemos más con nosotros, con la certeza de que pondremos todo, como ella lo hizo, y finalmente el triunfo será nuestro, la despedimos hoy entre lágrimas y también con la convicción socialista latinoamericana de izquierda nacional que nunca abandonó.
Compañera Lucía, llevaremos tu bandera, porque es la nuestra, hasta la victoria final.
Partido Patria y Pueblo - Socialistas de la Izquierda Nacional
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