La capitulación macrista ante los fondos buitre y la usura internacional era lo menos que podía esperarse de este régimen electo pero antipopular, antinacional y de restauración oligárquica e imperialista.
Esa usura financió y apoyó la llegada de Mauricio Macri al
poder, y ahora viene a cobrar su deuda. El macrismo quiere devolver favores a
costa nuestra, de la dignidad misma del país y de las generaciones futuras.
Es lógico. Al primer día lo hizo con los rentistas
pampeanos, las grandes cadenas de supermercados, las mineras imperialistas, los
monopolios de la comunicación, y cualquier gorila en disponibilidad que ande
por allí. Ahora, con el presupuesto desequilibrado por la transferencia de
ingresos a los sectores más parasitarios e improductivos de nuestra estructura
económica, llega la hora de los usureros.
Tras crear la crisis fiscal, Prat Gay la esgrime como
argumento extorsivo para forzar a los argentinos a iniciar un nuevo ciclo de
endeudamiento. Si el hombre de la Banca Morgan se sale con la suya, volveremos
a la fatal rueda que, como ya sabemos, lleva a una pesadilla de violencia,
muerte y desolación, y no terminará sin derramar sangre popular en las calles.
La extorsión se ejerce a todos los niveles. Senadores,
diputados, legislaturas, gobernadores, hasta intendentes, están sufriendo el
chantaje oficial. La forma más grosera es el secuestro extorsivo de fondos a
las provincias que votaron contra el macrismo para alinearlas con el nuevo
poder.
La única preocupación del ministro del Interior, Rogelio
Frigerio nieto (tan cipayo como su abuelo) es obligar a los gobernadores a
rifar la soberanía nacional (derogación de la ley de Deuda Soberana) y eliminar
la intervención parlamentaria en las decisiones relativas a la deuda externa
(ley Cerrojo).
Aquellos que entreguen la soberanía nacional que tanto costó
reconquistar, aquellos que cedan ante la presión, aquellos que se sumen a la
intentona del gobierno, estarán traicionando al pueblo argentino y a la patria:
darán a un régimen antinacional la libertad absoluta de manejar la deuda
externa como se les antoje.
Vergüenza ajena dan los legisladores del Frente Renovador
cuando pretenden salvar la honra “limitando” el monto del endeudamiento ¿Creen
por casualidad que pueden ponerle límites a un régimen capaz de violar toda
legalidad para complacer al monopolio mediático Clarín, o a eliminar con un DNU
leyes aprobadas por enorme mayoría en el Congreso y que muchos de ellos vivaron
al momento de su aprobación?
El Frente Renovador lima las cadenas de Obligado para
permitir que la flota invasora penetre en nuestro territorio. Y con ese
“límite” en el que nadie cree pretende tapar su infamia para votar “con la
nariz tapada” cuando son los que generan la mayor de las pestilencias en todo
este asunto.
Esta votación parlamentaria dividirá aguas, con mayor
claridad que los episodios de la “125”. Compartimos la propuesta, que diversos
dirigentes peronistas acaban de hacer, de que la votación sea nominal.
Los legisladores tienen al gobierno en un puño: basta que lo
aprieten para que tenga que sentarse a negociar. Quienes no lo hagan deberán
ser conocidos por todo el país. Que la traición a la patria no quede en el
anonimato del tablero electrónico.
El macrismo es un régimen despótico y agresivo. Traspasado
de odio y sediento de revancha contra la Argentina y los argentinos, infestado
hasta el último rincón con empleados, agentes y partidarios del más cavernícola
interés rentístico, usurario y transnacional, cuanto antes se le ponga un freno
más vidas se salvarán.
Quien apoye este intento de sometimiento a la voluntad de un
senil y reaccionario juez de circuito neoyorquino es, sin más vueltas, un
traidor a la Patria. El pueblo argentino, y nuestro partido con él, sabrán qué
hacer con ese tipo de malos hijos de esta gran tierra americana.
Finalmente, Patria y Pueblo agrega que sin desmedro de haber
apoyado el rumbo patriótico de las negociaciones encaradas por el Dr. Néstor
Carlos Kirchner tras asumir el mando en 2003, debe tenerse en claro, de aquí al
futuro, que en estos hechos trágicos de hoy se revela la profunda verdad de que
la deuda externa argentina sigue siendo tan odiosa, delictiva, impagable y
digna de repudio soberano hoy como quince años atrás.
“O se está al servicio del Pueblo contra la
deuda,
o se está contra el pueblo al servicio de la Deuda.”
Alejandro Olmos
Secretariado
Ejecutivo Nacional
Néstor Gorojovsky - Secretario General
Rubén Rosmarino, Lorena Vazquez, Pablo López, Jacinto Paz.
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