El pueblo argentino está movilizado y el 24 de enero, junto a la CGT y las CTA, partidos políticos, movimientos sociales y otras organizaciones del pueblo, para y se concentra en el Congreso y en distintos puntos del país contra el DNU y la “Ley ómnibus”, que la casta de empresarios dominantes pretende imponer por medio de sus políticos (Javier Milei y sus aliados liderados por Mauricio Macri) y economistas, instalados en el gobierno surgido de una estafa electoral.
Estas medidas son una reforma constitucional encubierta que anula el Congreso Nacional, los derechos civiles y laborales, y pone bandera de remate al patrimonio social de los argentinos (Banco Nación, ANSES), sus recursos naturales (los minerales, el territorio nacional y el Mar Argentino) y nuestras empresas estatales (YPF, Aerolíneas Argentinas y medios públicos, por ejemplo).
Una vez más dicen que son una pérdida de dinero para el país, que en manos privadas funcionarán mejor, y que los derechos de los trabajadores son un estorbo para el progreso nacional. En cambio, no parece que las ganancias de las grandes empresas transnacionalizadas, de las concesionarias privadas de servicios públicos de electricidad, gas y telecomunicaciones, la banca privada o de los grandes productores de alimentos, sean un problema.
Además, les parece tan poco el dinero que se llevan del bolsillo de los argentinos, que comenzaron una escalada de precios que amenaza con transformarse en hiperinflación para licuar los salarios, disciplinar a la población, e imponer el sueño de la dolarización, que allí donde se implementó solo ha dejado más empobrecimiento, desigualdad y violencia social. El fundamentalismo de mercado de Milei solo enriquecerá más a sus patrones (como Paolo Rocca, Eduardo Eurnekián o Eduardo Elsztain) y a los capitales imperialistas.
El movimiento obrero organizado se ha puesto a la cabeza de la resistencia contra este plan siniestro. Pero no alcanza con la reacción de los trabajadores si además el resto del movimiento nacional, desde los partidos políticos hasta los movimientos sociales, no deja de lado sus diferencias y apuntala el esfuerzo de la CGT.
Desde Patria y Pueblo, Socialistas de la Izquierda Nacional, llamamos a la creación de un gran frente de salvación nacional, que incluya a todos los sectores agredidos por la política de Milei y Macri, y que elabore un programa de gobierno destinado a impedir para siempre, el retorno de la oligarquía al gobierno de la Argentina.
NO AL DNU Y A LA LEY ÓMNIBUS
NO AL AJUSTE CONTRA EL PUEBLO
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