El recién servido fallo judicial que declara a Luis D'Elia culpable de no importa qué delitos por haber liderado en 2004 la movilización popular que culminó en la toma de la Comisaría 24a. de la Policía Federal en el barrio porteño de La Boca es una condecoración que cualquier persona bien nacida debería envidiar.
Al mismo tiempo, constituye un ejemplo más de la pendiente gravísima en la que ha sido colocada la administración de justicia por la inevitable pulsión despótica que rezuma el régimen plutocrático, minoritario, entreguista y violento de Mauricio Macri.
A Luis D'Elía se lo condena por haber impedido que un delincuente se fugara del país bajo la protección de una comisaría sospechada, desde muchos años antes de los acontecimientos de 2004, de tener vínculos excesivamente estrechos con las rendijas más turbias del bajo mundo local.
El resto, son meros comentarios justificatorios. La condena a D'Elia es una condena a cualquier ciudadano que impida a policías corruptos o malvivientes vinculados a ellos salirse con la suya en casos de encubrimiento por asesinato.
Un asesino fue juzgado y condenado gracias a D'Elia y su audacia, pese al intento policial de encubrirlo.
Ahora, mientras el asesino quedó en libertad y vuelve a recorrer el barrio donde cometió su crimen, recae una condena sobre D'Elia. Esto alcanza para saber que estamos ante una condecoración.
Los compañeros del Partido Patria y Pueblo y de la Agrupación Aukache hacemos llegar a Luis D'Elía nuestra mayor solidaridad.
El Pro, en su general impulso contrarrevolucionario y opuesto a la vigencia del Estado de Derecho, está moldeando una judicatura en la que se premia el odio vengativo de clases altas y la extrema flexibilidad de la columna vertebral de los magistrados.
Un tridente siniestro de medios, "operadores" y servicios de espionaje garantiza que las causas que tienen valor político para el régimen macrista tengan fallos a pedido del gobernante y constituyan verdaderos linchamientos.
Infamias como ésta terminarán solamente si en las elecciones de 2019 un enorme y amplísimo Frente de Salvación Nacional enfrenta unificado a la miserable minoría oligárquico-imperialista que saquea hoy a la Patria, y la aplasta sin la menor misericordia en las elecciones de primera vuelta.
La runfla gobernante deberá pagar por sus estragos, y esto solo será posible uniendo en un solo haz todas las voluntades opuestas a la transformación de nuestro país en una colonia yanqui en la que ya están sobrando 30.000.000 de personas.
Crímenes como el que D'Elia logró hacer llegar a los tribunales, impidiendo la evasión del culpable, son parte del genocidio con silenciador y por goteo que significa para todos nosotros la permanencia en el poder de la vieja oligarquía y sus aliados y secuaces contemporáneos.
Nestor Gorojovsky - Partido Patria y Pueblo - Socialistas de la Izquierda Nacional
Ruben Rosmarino - Agrupación social Aukache
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