El Partido Patria y Pueblo - Socialistas de la Izquierda Nacional, repudia la ola de creciente violencia desatada y fomentada desde las máximas alturas del régimen vigente, que acaba de culminar en el asesinato, el 22 de noviembre, de Rodolfo Orellana.
Convocamos a todas las fuerzas políticas patrióticas y a todos los sectores sociales populares agredidos por el Pro y sus aliados de la UCR -que ya supo cargarse docenas de vidas argentinas durante la triste experiencia de la Alianza- a enfrentar conjunta y decididamente este creciente endurecimiento represivo.
Si no lo hacemos así, tendremos que soportar nuevos y peores picos de tragedia.
Un largo rastro de sangre, producto de la desidia, la crueldad y la persecución, sigue como una sombra al gobierno de Cambiemos y en especial al bonaerense de la María Eugenia Vidal.
La defensa de la tiranía económica y social de salvajes rentistas, fugadores de riqueza y parásitos sociales contra la civilizada Argentina laboriosa y amante de la paz ya abandonó toda pretensión "gradualista".
Orellana, militante de la OLP-CTEP, fue asesinado el 22 de noviembre de un balazo por la espalda en la turbia y violenta represión policial nocturna a una ocupación pacífica de terrenos fiscales baldíos en Villa Celina, partido de la Matanza, provincia de Buenos Aires.
Su muerte muestra sin dobleces que la propiedad privada y la bicicleta financiera están hoy por encima de los derechos constitucionales y ciudadanos.
Están por encima, incluso, de la vida misma.
El gobierno imperialista del FMI y su delegado oligárquico, Mauricio Macri, ya reemplazaron la cínica hipocresía discursiva de su lenguaraz Marcos Peña por la violencia sanguinaria del plomo, los bastonazos y el gas pimienta.
El campo nacional y popular puso una vez más los cuerpos de los que cimientan la resistencia a este proyecto de entrega total de nuestra soberanía al capital financiero internacional.
No es una casualidad que los casos más emblemáticos se den en la provincia de Buenos Aires, donde Vidal pretende abrirse camino a la reelección con cierre de fábricas, quita de derechos y violencia institucional en todas sus formas.
La policía bonaerense, como todas bajo el régimen macrista, se sabe impune, se sabe protegida, se sabe impulsada por la "doctrina Chocobar" sostenida por Mauricio Macri y su siniestra ministra Patricia Bulrrich.
Ayer viernes 23, desalojó violentamente a la medianoche al acampe pacífico que trabajadores estaban llevando adelante en la planta de Avellaneda de la empresa SIAM en reclamo por la recuperación de sus fuentes laborales.
Exigimos que la gobernadora Vidal ponga término inmediato a este tipo de agresiones y provocaciones, que no por casualidad parecen tener lugar únicamente en municipios gobernados por la oposición.
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