Pensar a las derechas del continente: una necesidad para defenderse y avanzar*
Prensa MPPC (30/04/2015).- El miércoles por la tarde tuvo
lugar la primera jornada de la cuarta edición del Foro Permanente de
Pensamiento y Acción. El espacio para el debate fue esta vez la Universidad
Bolivariana de Venezuela. El tema desarrollado: "La política del odio,
cartografía de la derecha".
En esta oportunidad el encuentro contó con la participación
de Javier Sucojayo, consejero político de la Embajada de Bolivia en Venezuela;
Messilene Gorete, del Movimiento de Trabajadores Sin Tierra de Brasil; Diego
Sequera, miembro del portal Misión Verdad; Néstor Gorojovsky, del partido
Patria y Pueblo, de Argentina; y Reinaldo Iturriza, ministro del Poder Popular
para la Cultura.
"El proyecto bolivariano es el de una sociedad donde
caben todas las ideas menos aquellas que piden y hacen alarde de su deseo de
aniquilar físicamente al otro", así lo afirmó Iturriza al abrir el debate.
Y al referirse a aquellas ideas de aniquilamiento nombró dos
hechos recientes en los cuales se vieron expresadas: las movilizaciones y la
violencia sucedidas en Venezuela en los dos últimos años, y las recientes
acciones en Brasil, en particular el pasado 15 de marzo. A propósito de estas
últimas señaló: "Vernos en su espejo que fue tan parecido en sus calles a
las nuestras".
¿Cómo es actualmente esa derecha, cómo está organizada, qué
ideas la mueve, con cuáles mueve a su vez a miles de seguidores? Porque, fue
expresado en la mesa, las derechas del continente han buscado hacerse en varias
oportunidades de las calles en lo que va del siglo XXI, y para eso han logrado,
en algunas oportunidades, construir políticas clasistas –en sectores medios y
altos–, y elaborar estrategias de captación de masas.
Así fue el caso en Bolivia, cuando en el año 2008 –cuando
fue debatida la nueva Constitución–, intentaron separar el país entre el
occidente y el oriente –creando la imaginada, clasista y no indígena,
"República de Santa Cruz"-, o realizaron también en la ciudad de
Sucre movilizaciones en rechazo abierto a los pueblos indígenas, es decir el
90% de la población boliviana.
Y así sucedió también en Brasil este año, cuando la derecha,
catalogada por Messilene Gorete como portadora de "un discurso y una
práctica conservadora, racista, de intolerancia y odio", tomó las calles
contra el Gobierno de Dilma Rouseff, del Partido de los Trabajadores.
Esos discursos excluyentes –contra los indígenas, los
pobres, los negros, los chavistas etc– han sido uno de los ejes ideológicos de
estas derechas. Algo que siempre las ha caracterizado desde la Colonia, pero
que en este tiempo, al verse amenazados algunos de sus intereses y desplazadas
de espacios de poder político, económico o simbólico, este discurso de la
exclusión ha salido a la luz pública de forma explícita. Por eso las consignas
en Brasil, Venezuela, Bolivia y Argentina han sido tan elocuentes –por ejemplo
la de "¡Intervención militar ya!".
Pero sobre eso también se han dado otros fenómenos: las
derechas –es decir representantes políticas, directas o indirectas de las
burguesías, las oligarquías y el imperialismo, "agentes locales del
saqueo", como los denominó Gorojovsky– han comenzado a construir discursos
apelando a palabras que antes les fueron ajenas.
Diego Sequera aportó un ejemplo de esta apropiación
discursiva, al referirse a los mensajes de María Corina Machado, dichos en
nombre y en búsqueda de "la libertad", una situación que movió al
chavismo hacia un mensaje de "orden revolucionario", realizándose así
una suerte de inversión discursiva.
Gorojovsky se refirió también a una característica de estas
derechas: sus ataques se han dado históricamente sobre cualquier Gobierno que
no estuviera alineado con los Estados Unidos, aunque este no fuese
revolucionario. Tal fue el caso, por ejemplo, de Jacobo Árbenz en Guatemala,
derrocado con un Golpe de Estado en 1954; un contexto similar se está
desarrollando actualmente en Brasil, donde, en la opinión de Gorete, la
burguesía brasileña, aún teniendo el control de la economía, promueve intentos
por desplazar del poder al Partido de los Trabajadores.
"La burguesía quiere alinearse con el modelo político y
económico de los Estados Unidos, quiere aplicar el modelo neoliberal",
señaló la militante del Movimiento Sin Tierra al referirse al caso brasileño.
Y detrás de cada una de esas derechas latinoamericanas
afirmó que ha venido actuando el imperialismo norteamericano, como factor unificador
de esa diversidad de actores conservadores, quienes han avanzado en pasos de
mayores niveles de articulación –como los encuentros recientes realizados en
Argentina, Perú y México.
Por eso muchas de sus acciones guardaron similitudes. Porque
detrás de ellas estuvieron metidas las embajadas estadounidenses, operadores
continentales, constructores de mensajes que han sido y son difundidos por sus
poderosos medios de comunicación.
Fuente: http://www.ministeriodelacultura.gob.ve/mppc/index.php/component/content/article/11-prensaweb/actualidad/7963-pensar-a-las-derechas-del-continente-una-necesidad-para-defenderse-y-avanzar
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