La provocación a Juan Cabandié es una muestra del modus operandi del imperialismo.
El legislador y candidato a diputado Juan Cabandié fue víctima de una operación mediático-política. Quienes la ejecutaron buscan enlodar el debate electoral, apelando a la desvirtuación y exageración de un hecho contravencional, para ocultar entre otras cosas sus verdaderas intenciones y para hundir en el olvido hechos mucho más graves como el tiroteo a la casa del gobernador de Santa Fe.
En las presentes elecciones parlamentarias están en juego los logros y avances del pueblo argentino a lo largo de una década. Degradar la polémica entre los candidatos recurriendo a métodos mafiosos y a chismeríos insostenibles es una traición al verdadero juego democrático y una muestra del acabado desprecio por el discernimiento del electorado.
El manejo moralista de la opinión de las clases medias y del público en general es el arma histórica de los enemigos de la patria para dividir a los argentinos en torno a asuntos que no tienen la más mínima importancia al momento de la decisión política sobre los temas cruciales de la vida política, económica, social y cultural de nuestro país.
Este episodio es en sí mismo un hecho de gravedad infinitamente mayor que los eventuales exabruptos de Cabandié que pretende imponer como verdad absoluta. Muestra que se están aplicando entre nosotros refinadas técnicas de manipulación de las conciencias a través de las redes sociales,técnicas que en su despliegue completo sirven para “justificar moralmente” no ya el hundimiento de un candidato en unas elecciones de medio término sino la invasión y el destrozo de países enteros.
No exageramos. Detrás de los gestores de esta repugnante payasada está la ideología de los mismos manipuladores de opinión que sirven al imperialismo inventando motivos o argumentos para enlodar a los líderes populares en los países donde se decide un “cambio de régimen”, es decir una contrarrevolución. Por ahora, aquí se están probando esas técnicas para asuntos de poca monta, pero mañana no sabemos hasta dónde pueden llegar.
Detrás de este tipo de manejos está la experiencia, si no la mano negra, de los servicios de inteligencia del imperialismo y de los medios de comunicación, verdadero ejército de ocupación de las conciencias en los países de América Latina. Es la experiencia de los que llegan a espiar presidentes y empresas estatales, y, como se acaba de revelar, participan de la política de “asesinatos selectivos” que, semana a semana, decide el ocupante dela Casa Blanca contra quienes pretende hundir y derrocar.
Este acontecimiento mínimo y maloliente demuestra que el enemigo recurrirá a cualquier bajeza para imponerles a los argentinos sus planes de retroceso a la Década Abyecta de los 90. Estemos alerta, porque el huevo de la serpiente ya está entre nosotros. Aplastemos en las urnas este insulto a la inteligencia de los argentinos. Votemos todos los candidatos del Frente para la Victoria, para que se enteren de que no somos tan estúpidos como ellos creen, y tenemos mucho más sentido de patria, de igualdad social y de respeto de la ley que ellos.
Buenos Aires, 17 de octubre de 2013
Néstor Gorojovsky
Secretario General
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