El Ingenio Ledesma, cuyo principal accionista es la oligárquica familia Blaquier, había prometido de palabra la entrega de la tierra. Pero una resolución judicial que fue acatada con inusual premura y brutalidad, al parecer con participación de personal de seguridad de la empresa, mostró cuán poco valían esas promesas verbales. Ledesma, dueño de decenas de miles de hectáreas, ha logrado que un conflicto por el uso y la propiedad de quince hectáreas de suelo jujeño terminase en una carnicería.
Patria y Pueblo repudia por completo estos hechos de sangre, exige su total esclarecimiento y que se imparta severa justicia sobre los responsables, directos o indirectos. Consideramos propias todas estas muertes y heridas, y nos solidarizamos con los detenidos, los familiares y los compañeros de las víctimas.
Ciertas certezas deberían orientar el juicio político sobre este infame asesinato múltiple:
1- Las tierras del Ingenio Ledesma, en especial después de las adquisiciones que hizo durante la última dictadura militar-oligárquica, rodean al Pueblo Libertador San Martín e impiden toda posible expansión urbana.
2- No es la primera vez que el Ingenio Ledesma aparece vinculado a hechos de sangre, que, como siempre, se ceban en los más desamparados. Antes y después de la lúgubre “noche del apagón”, siempre hubo fundadas sospechas sobre la violencia social desatada por esa patronal, con el concurso de fuerzas regulares o irregulares.
3- La orden de desalojo fue emitida por el juez Jorge Samman, del fuero penal de San Pedro, Jujuy, durante el último día de la feria judicial. El juez Samman -de quien en la provincia de Jujuy se sabe que mantiene íntima relación política con el líder radical, opositor y prooligárquico Gerardo Morales- puso en marcha la maquinaria y se acogió de inmediato a la licencia invernal.
4- Según parece, cuando los dirigentes de la Corriente Clasista y Combativa que organizaban a los ocupantes del predio tuvieron a su vez noticias del inminente desalojo, evacuaron ancianos, mujeres y niños y se prepararon a resistirlo. La desmesurada respuesta a esta resistencia originó la masacre.
Como primera consecuencia, renunció el Ministro de Gobierno provincial. Es una respuesta inmediata a la cuestión política generada por la brutalidad de la policía. Pero no soluciona la cuestión de fondo. Aquí ha muerto gente, otra vez, por la asfixia que pesa sobre la vivienda urbana debido al carácter rentístico y oligopólico de la posesión de la tierra en la Argentina. Los responsables directos de esos asesinatos, se trate de civiles o de efectivos policiales, deben ser juzgados. También deben serlo, en su específica responsabilidad, todos los que han generado las condiciones para que se produzca este enfrentamiento.
Pero además, de una buena vez, el Estado tiene que intervenir decididamente para crear tierra urbana y la terminar con el cerrojo mortal que las posesiones de Ledesma imponen a Libertador San Martín. En ese sentido parece orientarse el urgente envío de una ley por el gobernador jujeño para que la Legislatura apruebe la expropiación de tierras en esa localidad, Fraile Pintado y Pampa Blanca.
En el voto de la Legislatura se terminará de saber quién es quién. Pero es de todos modos una vergüenza que solución tan obvia se haya encarado recién ahora ¿Hasta cuándo tendrán que morir hijos del pueblo argentino para que sobrevivan los rentistas?
¡Ni un muerto más por cuestiones de vivienda en la Argentina!
¡Castigo a todos los culpables de esta masacre!
¡Por una ley de tierra y vivienda urbana que ponga al Estado en papel de garante del derecho constitucional a una vivienda digna para todos los argentinos!
¡Para que no haya más muertos en Ledesma, en el Indoamericanoo en cualquier otro sitio donde haya compatriotas sin vivienda,poner fin para siempre a la especulación fundiaría e inmobiliaria en todo el país!
Buenos Aires, 29 de Julio de 2011
Es lamentable que teniendo tantas ideas en común, tan pocas cosas nos separen para la mayoria de nuestros objetivos por los que tendríamos que luchar espalda con espalda.
ResponderEliminarLa izquierda nacional y el nacionalismo argentino deberían pelear por una misma causa, las diferencias las podríamos discutir. Sin embargo, hay algo clave e irreversible, en primera medida, el marxismo como lógico e inútil factor de desunión, en segunda medida, el Kirchnerismo. El primero, lo puedo entender, el segundo, significó un teatro y una mimica dramática que todavia no puedo entender. No puedo entender que como esa izquierda nacional que anhelaba la libertad y la soberanía del pueblo (al igual que nosotros, los nacionalistas y peronistas) se haya dejado seducir por esta manga de mentirosos y mafiosos que tiraron por la borda algo por lo que ustedes lucharon y que les costó tanta sangre.
Saludos.