LO QUÉ ESTA EN JUEGO
Tomadas en abstracto, no pocas de las críticas que salen desde la oposición antikirchnerista (en especial las que provienen del solanismo) merecen atención. Pero la vida real no es abstracta. Cada vez que sus representantes parlamentarios apoyan o cohonestan con sus silencios, retiros de mociones y ausencias el accionar del núcleo duro del contubernio antinacional, coinciden en atacar al kirchnerismo por lo que tiene de bueno, no por sus errores.
Los militantes de Proyecto Sur suelen justificar éticamente semejante conducta (repiten en eso el comportamiento ético del socialismo repettuno durante la Década Infame). Muchos suelen comparar la “pérfida inescrupulosidad” de “los Kirchner”·con el progresismo y el nacionalismo “reales” de Lula. Víctimas del moralismo abstracto que esgrime su cinematográfico jefe, no perciben ni la diferente situación objetiva del Brasil y la Argentina, ni tampoco el verdadero carácter de la política de Lula, quien ha tejido una red de alianzas y acuerdos que abarca incluso a sectores más reaccionarios y atrasados que el representado, por dar un ejemplo al azar, por el Gobernador Gioja de San Juan. El objetivo es lograr el triunfo de Dilma Roussef en las inminentes elecciones, cueste lo que cueste. Se puede estar de acuerdo o no con esa táctica, lo que no se puede es oponérsele apoyando en los hechos al núcleo duro de la oposición brasileña.
Es que lo que está en juego es mucho más que un recambio electoral. Del otro lado está José Serra, con su desprecio bandeirante por una unión americana que respete los intereses de los socios menores. Es decir, en la práctica, está allí el anhelo de una “unidad” imposible donde Brasil sería monarca y los demás, súbditos. En la Argentina, “del otro lado” están los múltiples candidatos a Serra (los más “progresistas” como Ricardo Alfonsín o los más conservadores como De Narváez).
Es de una enorme irresponsabilidad histórica quitarle apoyo, en nombre de una ficticia “tercera opción”, al único gobierno argentino cuyo proyecto pone en el centro de la escena la lucha por la reunificación americana. Quien no entiende esto, no entiende el mundo en el que vive y merece ser un eterno vasallo. Pero las mayorías argentinas no están en ese caso.
* Nota del nro. 30 del Periódico "Patria y Pueblo" correspondiente al mes de septiembre de 2010
Los militantes de Proyecto Sur suelen justificar éticamente semejante conducta (repiten en eso el comportamiento ético del socialismo repettuno durante la Década Infame). Muchos suelen comparar la “pérfida inescrupulosidad” de “los Kirchner”·con el progresismo y el nacionalismo “reales” de Lula. Víctimas del moralismo abstracto que esgrime su cinematográfico jefe, no perciben ni la diferente situación objetiva del Brasil y la Argentina, ni tampoco el verdadero carácter de la política de Lula, quien ha tejido una red de alianzas y acuerdos que abarca incluso a sectores más reaccionarios y atrasados que el representado, por dar un ejemplo al azar, por el Gobernador Gioja de San Juan. El objetivo es lograr el triunfo de Dilma Roussef en las inminentes elecciones, cueste lo que cueste. Se puede estar de acuerdo o no con esa táctica, lo que no se puede es oponérsele apoyando en los hechos al núcleo duro de la oposición brasileña.
Es que lo que está en juego es mucho más que un recambio electoral. Del otro lado está José Serra, con su desprecio bandeirante por una unión americana que respete los intereses de los socios menores. Es decir, en la práctica, está allí el anhelo de una “unidad” imposible donde Brasil sería monarca y los demás, súbditos. En la Argentina, “del otro lado” están los múltiples candidatos a Serra (los más “progresistas” como Ricardo Alfonsín o los más conservadores como De Narváez).
Es de una enorme irresponsabilidad histórica quitarle apoyo, en nombre de una ficticia “tercera opción”, al único gobierno argentino cuyo proyecto pone en el centro de la escena la lucha por la reunificación americana. Quien no entiende esto, no entiende el mundo en el que vive y merece ser un eterno vasallo. Pero las mayorías argentinas no están en ese caso.
* Nota del nro. 30 del Periódico "Patria y Pueblo" correspondiente al mes de septiembre de 2010
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