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De la crisis del FIP a la fundación del PIN 1ºparte

INTRODUCCIÓN (de 1983)

El presente folleto, discutido y aprobado por el Congreso de Fundación del Partido de la Izquierda Nacional que se celebrara en Bs. Aires desde el 30 de marzo al 3 de abril de 1983, traza un balance crítico de las divergencias organizativas y políticas con el FIP de Jorge Abelardo Ramos.

Estas divergencias condujeron, a fines de 1979, a la constitución del FIP-Corriente Nacional como tentativa de salvar las banderas que nos habían sido comunes y proyectarlas militantemente en la nueva etapa histórica que se abría.

Los hechos demostraron que las divergencias se habían vuelto irreconciliables, hecho que condujo a la fundación del Partido de la Izquierda Nacional. Un balance crítico de esta experiencia resulta indispensable para el desarrollo político y programático del nuevo partido.

La primera parte traza un cuadro sintético de las divergencias organizativas. Su lectura puede resultar obstrusa para quienes han sido personalmente ajenos a la vida interna del FIP. Pero, por un lado, el manejo tendencioso de la información por el sector Ramos ( o la desinformación lisa y llana) obliga a aclarar estos antecedentes de hecho ante un vasto sector de militantes. Por el otro, las prácticas y conceptos organizativos son parte esencial de la política, y un examen de la crisis del FIP debe necesariamente incluirlos.

La segunda parte examina cómo el grupo de Ramos ha establecido un antagonismo sectario entre las banderas "nacionales" y las banderas "democráticas" y "socialistas". Se examina el problema a la luz de sus definiciones propagandísticas más recientes y de posiciones adoptadas en asuntos como la Multipartidaria, la Marcha del 16 de diciembre, el golpe de García Meza en Bolivia y los detenidos desaparecidos.

La controversia, entendemos, se inscribe en el gran debate sobre el papel de la izquierda en la Argentina y la lucha por reconstituir operativamente el gran Frente Nacional capaz de derribar para siempre el dominio de la oligarquía abriendo el cauce hacia una solución socialista y latinoamericana.

PRIMERA PARTE: LA DEGENERACIÓN PERSONALISTA y AUTOCRATICA

¿CUÁL FUE EL PROYECTO ORIGINARIO, DEL F.I.P.?
La crisis del Frente de Izquierda Popular, ante la cual urge que la Corriente Nacional adopte una posición definitiva, debe juzgarse a la luz de la tarea fundamental que nos une: la lucha por la constitución de una gran fuerza de la Izquierda Nacional en la Argentina.

En tal sentido cabe señalar, primeramente, que el FIP nació como un proyecto aglutinador del conjunto de grupos, militantes y tendencias que en el proceso de la lucha contra la anterior dictadura militar, especialmente a partir del Cordobazo, pugnaban por constituir un ala izquierda en el campo de la Revolución Nacional.

Si bien la iniciativa para constituir el FIP provino del viejo Partido Socialista de la Izquierda Nacional, que suministró los cuadros fundadores, el objetivo no consistió en que el FIP fuese la estructura "electoral" del PSIN, sino una real confluencia de fuerzas y tendencias de diverso origen, susceptibles de sumarse ala tarea de formar un ala izquierda del campo nacional, una izquierda nacional en sentido amplio. No casualmente, por eso mismo, se renunció a llamarlo "partido" y se adoptó el nombre de "frente", suficientemente explicito.

En cuanto a la expresión "izquierda popular" en vez de la más ajustada de "izquierda nacional", se explica por la ley electoral vigente, que por inexplicables razones prohibía el uso del término "nacional". En razón de tratarse de un "frente", se consideró legitima la persistencia del PSIN en su seno, lo que suponía de suyo la aceptada posibilidad de que otras corrientes organizadas confluyeran también con su propia estructura y fisonomía, en un marco pluralista y de unidad de acción.

Años después se sostuvo, por parte del sector Ramos, que este proyecto originario perdió vigencia por el mismo curso de la acción práctica, del cual resultó que PSIN y FIP venían a superponerse, dejando este ultimo de constituir un "frente". En virtud de ello el sector Ramos disolvió el PSIN e insuflo al FIP de un centralismo autoritario y sectarista que contradecía la razón de ser de su constitución.

El argumento de hecho invocado carecía de toda seriedad, pues omitía considerar dos cuestiones básicas:

1) El fracaso en constituir al FIP como centro de convergencia del conjunto de sectores que evolucionaban a posiciones de izquierda nacional, ¿se debía a circunstancias todas ellas objetivas, o también incluía nuestra propia incapacidad sectaria para actuar como factor aglutinante?

2) Supuesto que la iniciativa lanzada a fines de 1971 hubiese resultado prematura, ¿lo sigue siendo al cabo de una década, bajo las actuales circunstancias político-sociales?

A lo primero respondemos que nuestros propios errores contribuyeron a estrangular la iniciativa frentista. Emergidos de una dura lucha político-ideológica protagonizada por el PSIN, aún embebidos en adherencias doctrinarias como las que se manifiestan en la declaración de principios agregada por el Congreso de enero de 1971 a los Estatutos del PSIN, no fuimos capaces de separar nuestro "perfil específico" (producto de una reivindicable trayectoria) de la propuesta política de izquierda nacional amplía. Así, muchos de nuestros métodos entraron en contradicción con los fines abstractamente planteados.

A lo segundo respondemos que aún admitiendo que el proyecto fracasó principalmente por inmadurez de las condiciones imperantes entonces, esas condiciones se han modificado sustancialmente, como lo prueban los resultados de nuestra propia práctica política.

A ello se agrega, obviamente, que la necesidad de una gran fuerza de la izquierda nacional en la Argentina resulta cada vez más imperativa. Por un lado, como condición o, al menos, ingrediente de primer orden, para reconstituir operativamente el frente nacional, ya que sólo marchando democráticamente hacia la izquierda será posible enfrentar la grave crisis que nos estrangula, y también -como lo hemos dicho y repetido- porque el frente nacional crea estratégicamente su propia izquierda o la crearán contra él las grandes potencias, interesadas en neutralizar a la Argentina dentro del contexto latinoamericano.

La magnitud de esta tarea se mide por el poder de las fuerzas antinacionales a que hemos aludido y descalifica toda propuesta sectaria de capilla, destinada a desembocar en un verbalismo mesiánico.

DEL AUTORITARISMO AL FRAUDE INTERNO
Vemos, sin embargo, que habiendo perdido la representatividad de la izquierda nacional posible, el sector Ramos no sólo erige ese fracaso como modelo, sino que acentúa el autoritarismo personalista como norma interna y el sectarismo como pauta exterior. Así, el pretendido "Frente" de Izquierda Popular degenera en monolitismo que excluye y prohíbe "las fracciones organizadas" en su seno (lo que significa de hecho el poder incontrolado de la fracción organizada por Ramos) y asume hacia fuera posiciones erróneas en una serie de temas fundamentales como las referentes a la correlación entre las banderas nacionales y las banderas democráticas.

En el primer aspecto, no habremos de reiterar aquí la larga historia anterior y posterior a la ruptura de la Junta Nacional del FIP a fines de 1979 como consecuencia de una serie de maniobras organizativas con que la fracción Ramos impuso expulsiones e intervenciones masivas encaminadas a asegurar el control del aparato partidario.

A partir de su constitución, el FIP - Corriente Nacional se esforzó, hasta agotar los límites de toda humana paciencia, por encontrar los caminos hacia la unidad.

Una breve reseña de estos esfuerzos permite destacar los siguientes jalones:

a) En octubre de 1979, Ramos envía una carta a Spilimbergo proponiendo una reducción parcial de las sanciones masivas que implicaba de hecho un cierto reconocimiento de los "excesos" perpetrados en Córdoba por la "intervención Pucci". La respuesta de la Corriente Nacional invitando a una discusión bipartita tuvo como respuesta el silencio. Tiempo después nos enterábamos por el diario "Clarín" que una supuesta Junta Nacional había "expulsado" a Spilimbergo del FIP.

b) Dos meses después, en conocimiento de que el sector Ramos había convocado aun "Congreso" del FIP, con la firma de unos 120 afiliados se le envía una carta exhortándolo a la convocatoria de un verdadero Congreso en que se garantice la representación del conjunto de la militancia, que no obtiene respuesta.

c) A principios de 1981, ante una mediación del compañero Converti, Ramos acepta que se inicien conversaciones a cargo de un delegado por cada sector.
Estas negociaciones se arrastran infructuosamente porque, por un lado, el sector Ramos desconoce "personería" a la Corriente Nacional. Por el otro la acusa de pactar con el Partido Comunista y sus aliados. Estas imputaciones, formuladas por escrito, son atenuadas con una invitación a discutir, señalándose que no corre prisa, no obstante lo cual, menos de una semana después, se rompen formalmente las negociaciones pretextando la firma de Spilimbergo en una solicitada por el levantamiento del Estado de Sitio. Esto ocurría en mayo de 1981.

d) Menos de dos meses después, sin embargo, el apoderado 'Cabral remite una convocatoria a reunión de Junta Nacional, que Ramos refuerza con una carta personal al compañero Spilimbergo exhortándolo a unir fuerzas para enfrentar el período de ascenso que se abre. Se ofrece para una entrevista entre ambos que tiene lugar a fines de junio de 1981. Allí, Spilimbergo le señala la inoportunidad de poner las divergencias bajo jurisdicción de una Junta Nacional cuestionada por la crisis y propone abrir un período de discusión bipartita sobre las diferencias política y el modelo partidario. Esta propuesta, pasada por escrito, merece una contestación agresiva y rupturista de Ramos donde se acusa a la Corriente Nacional de "desmoralizada" y definitivamente satelizada al sistema del PC. Entre los argumentos que se esgrimen figuran la relación con Saadi y la Intransigencia Peronista y la presencia de Spilimbergo y Nadra como publico en una mesa redonda donde iban a hablar León, Volando, Saadi y Conte Mac Donnald. Durante todo un período el tema Saadi y PC convierte en el caballito de batalla de una campaña denigratoria cuyo objeto era la descalificación "a priori" de la Corriente Nacional a fin de justificar la política rupturista del sector Ramos.
El carácter pretextual de estas acusaciones surge, entre otros, de los siguientes hechos:

.-Que en diciembre de 1980 (muy pocos meses antes) Saadi y Nilda Garré figuraban (ver "La Patria Grande") entre la media docena de extrapartidarios presentes en la cena de fin de año del FIP-Ramos.

.-Que la foto de Jorge Abelardo Ramos aparece entre los asistentes al lunch de inauguración del diario "La Voz", propiedad del doctor Saadi, en setiembre de 1982.

.-Que en el mismo mes de mayo de 1981 en que se imputa a Spilimbergo suscribir una solicitada con firmas (entre otros) del PC y sus aliados,"La Patria Grande" reporta tres declaraciones y una mesa redonda que el FIP-Ramos comparte con el PC (dos casos), el PI (tres casos) y el PSU.

.-Que publica y notoriamente la Corriente Nacional había roto todo contacto con Intransigencia Peronista y Saadi, entre otras razones por su oposición activa a componendas con los sectores pro-PC del espectro socialista. Solo el sector Ramos parecía ignorarlo.

e) Desde mediados del año pasado -1982- al descongelarse la actividad política, el sector Ramos inicia nuevos contactos. Cabe señalar que esta iniciativa no se adoptó cuando más urgente era, a saber, durante la guerra de las Malvinas, oportunidad en la cual, por el contrario, gestiones de amigos comunes fueron rechazadas en forma ultimatista y la posición del FIP-Corriente Nacional impugnada.

Respecto a esto último, el sector Ramos hizo saber que nuestra consigna de gobierno de unidad nacional con la participación de las fuerzas políticas y gremiales era "cipaya", al revés de la enarbolada por "La Patria Grande", de "gabinete militar". Esta manía de convertir una diferencia secundaria es fundamental, para torpedear la posible acción común ponía de manifiesto que por sobre el interés patriótico y nacional el sector Ramos colocaba su propio interés de secta.

f) Los contactos arriba mencionados llevan a una serie de reuniones más o menos infructuosas con la asistencia de dos o tres representantes por cada sector, donde incesantemente se choca con la paradójica negativa de reconocer la existencia de la "Corriente Nacional" y, en general, de corrientes internas en el FIP.

En curso dichas reuniones, Ramos y su grupo, desde Mar del Plata, formulan un ataque público descalificatorio contra el compañero Parcero e insisten en desconocer, con términos despectivos, a la Corriente Nacional. Esto enfría las inconducentes negociaciones.

g) No obstante, a principios de setiembre, el sector Ramos, que ha convocado unilateralmente aun nuevo Congreso en Río Ceballos, invita con insistencia a la Corriente Nacional a asistir y personalmente, al compañero Spilimbergo. Al mismo tiempo, da a conocer un escrito judicial levantando todas las "sanciones". A pesar de la improcedencia de ser invitados aun congreso en cuya gestación no se había participado, se resuelve asistir, en acto de buena voluntad. El desenlace es conocido. Sorpresivamente, al hacerse presente la delegación, se pretende condicionar su ingreso a la disolución de la Corriente Nacional.

h) Tras este inaudito incidente, el apoderado, Cabral vuelve a dar garantías de que se entregarán fichas de afiliación a la Corriente Nacional, un punto sobre el cual se había insistido invariablemente en las conversaciones precedentes. Al recibir el apoderado Cabral las fichas en la provincia de Buenos Aires y serles reclamadas por la Corriente Nacional, se niega entregar juegos. El requerimiento por carta documento es igualmente rechazado con estos dos argumentos : que los compañeros Acerbi y Spilimbergo no están empadronados en la provincia y que el FIP no reconoce corrientes internas.

El DELIRIO DE LA "MONARQUÍA ABSOLUTA"
De este modo, si alguien pudo suponer que viejas prácticas sectarias, antidemocráticas y personalistas podían llegar a disolverse al calor del descongelamiento político de los últimos meses, los hechos se encargaron de establecer claramente y sin equívocos la verdad de las cosas, demostrando además que, contra lo que el propio Ramos acostumbra a creer, ni para bien ni para mal las "condiciones objetivas" son un factor todopoderoso de cambio.

En realidad, la degeneración personalista-autoritarista del sector Ramos es un hecho irreversible, quizás por aquello de que el pez se pudre por la cabeza. La situación cristaliza en una doctrina firmemente establecida que tres dirigentes del sector, los ciudadanos Fossatti, Cesarini y Guerberof han sintetizado admirablemente en declaraciones al diario "El Atlántico" de Mar del Plata del lunes 29 de noviembre de 1982:

" Preguntados respecto a la denominada' Línea Nacional' que lidera el dirigente Spilimbergo y la posibilidad de 'una concertación', los dirigentes capitalinos expresaron: 'El fundador del movimiento, Jorge Abelardo Ramos, ha dicho en reiteradas oportunidades que el FIP es un movimiento nacional, que se inspira y abreva en las fuentes del yrigoyenismo y el peronismo, que aspira a engrandecerse cada día con el aporte de quienes creen en una revolución nacional en la que no existan oligarquías, y en el que, considerando que es abierto a todos los matices, hay cabida para ellos, pero atendiendo, a que es un movimiento esencialmente unido no hay duda que todo debe estar conducido por una cabeza y ésta es la de su fundador en todo el país, Jorge Abelardo Ramos".

Debe reconocerse a esta declaración el mérito de su brutal franqueza. Se admiten todos los "matices" a condición de que éstos se sometan a "una sola cabeza". ¡ Nunca, desde el obispo Lue, se había formulado tan impertérritamente la doctrina de la monarquía absoluta en el Río de la Plata.

Aún su formulación (exquisiteces del estilo) es remitida por los entrevistados a la autoridad del propio Ramos ("fundador. Jorge Abelardo Ramos, ha dicho en reiteradas oportunidades que. ..") .El perfil socialista está rigurosamente omitido, y al parecer la izquierda nacional sólo se nutre ideológicamente del peronismo y el yrigoyenismo. La actitud fraudulenta de Cabral negando fichas no puede causar sorpresa en este contexto "doctrinario", pero tampoco puede causar sorpresa que, por nuestra parte, extraigamos todas las consecuencias del caso.

Comentarios

  1. Hola, muy interesante el articulo, felicitaciones desde Colombia!

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  2. Felicitaciones, muy interesante el post, espero que sigas actualizandolo!

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